Los antioxidantes son sustancias naturales o fabricadas por la industria que ayudan a prevenir o retrasar el daño de las células del organismo. Se pueden encontrar antioxidantes en muchas frutas y verduras como por ejemplo los arándanos, las moras, bayas, ciruelas, tomates…, así como en algunos suplementos dietéticos.

¿CUÁLES SON LOS ANTIOXIDANTES MÁS COMUNES Y QUÉ FUNCIÓN TIENEN?

Entre los antioxidantes más habituales se puede encontrar:

  • Betacarotenos: para evitar daños en la retina y mantener una correcta capacidad visual, así como el óptimo funcionamiento del sistema inmunitario.
  • Luteína: del mismo modo que con los betacarotenos, la luteína también se encarga de proteger la vista y reducir la pérdida de visión. Además, también protege la piel de la incidencia de los rayos solares y previene el envejecimiento.
  • Licopeno: este antioxidante sirve para reducir la presión arterial alta, los riesgos de cáncer y el colesterol alto.
  • Selenio: el selenio ayuda a la prevención de cánceres en tanto que se encarga de la protección de proteínas del organismo.
  • Vitamina A: se encarga del correcto mantenimiento y desarrollo del tejido óseo, de los dientes y de la piel.
  • Vitamina C: contribuye a la protección de las proteínas, los lípidos y los hidratos. Así como protegen el ADN y el ARN del estrés oxidativo que puede llegar a producirse en los ácidos nucleicos.
  • Vitamina E: se encargan de proteger las membranas celulares, así como mantener los niveles correctos de colesterol; evitando una crecida exponencial del colesterol LDL (popularmente conocido como el mal colesterol).
  • Glutatión: protege las células de la oxidación, lo cual permite disminuir los síntomas de envejecimiento, así como el envejecimiento prematuro.
Tomates, pimientos y zanahorias

En cuanto a los antioxidantes vitamínicos, la vitamina A se encuentra presenta mayoritariamente en los lácteos, los huevos y el hígado. Por lo que respecta a la vitamina C se puede obtener de la mayoría de las frutas y verduras como el kiwi, las bayas, naranjas, el melón, la papaya… Así como verduras como el pimiento, el brócoli, la coliflor, el tomate, las coles de Bruselas o col rizada… Por último, la vitamina E se puede obtener de los frutos secos y las semillas como las avellanas, los cacahuetes o las pipas de girasol. También en algunas hojas verdes como la espinaca o la col rizada.

Por su parte, los betacarotenos se encuentran naturalmente presentes en frutas de colores potentes tales como la papaya, el mango… Así como en verduras como las zanahorias, los guisantes, la calabaza y las batatas. Del mismo modo, también en verduras como la remolacha, la col rizada o la espinaca. El licopeno se encuentra en aquellas frutas y verduras de color rojizo como podría ser la sandía, los tomates o los albaricoques.

Por otra parte la luteína se halla presente en los vegetales verdes como las hojas de espinaca, peor también en el brócoli, la naranja, el maíz o el guisante. Por último, el selenio lo podemos encontrar en la pasta, el pan y los granos; tanto los de trigo como los de arroz, por lo que aquellos que sean intolerantes al gluten o celíacos podrán seguir gozando de él sin ningún tipo de carencia nutritiva.

Ahora veamos un poco más en profundidad;

¿QUÉ ES EL R-ALA?

El R-ALA también conocido como ácido alfa lipoico es un ácido graso presente en todas las células de nuestro organismo. Tiene un potente poder antioxidante que se encarga de combatir las células de radicales libres. Es decir, el cuerpo se sirve del R-ALA para impedir que los radicales creen cadenas de células dañinas que deriven en enfermedades como el Parkinson, el Alzheimer, enfermedades cardiovasculares, cardiopatías…

¿CUÁLES SON LAS FUNCIONES DEL R-ALA?

El R-ALA es un antioxidante que protege todas las células y nervios del organismo. Ayuda a prevenir la oxidación y a regenerar las células dañinas. Además, también actúa como un potenciador y prolongador de los efectos de otros antioxidantes como la vitamina E, la vitamina C o el glutation.

El R-ALA es un suplemento alimenticio que tiene grandes efectos en la respuesta del organismo a la sensibilidad de la insulina, el daño producido por medicamentos, así como a la recuperación de enfermedades  y recuperación del apetito, cuando se junta con la ingesta de otros antioxidantes (ya sea suplementados o naturalmente presentes).

Es por ello por lo que el R-ALA ha sido considerado como el antioxidante universal, puesto que tiene grandes capacidades antiinflamatorias, antioxidantes y de reducción del envejecimiento prematuro, o de los síntomas de este. Por otra parte, al tener la capacidad de ayudar a transformar la glucosa en energía, es un antioxidante clave para el organismo, puesto que no solo optimiza su funcionamiento, sino que además le ayuda digamos a aportar energía para cumplir con las tareas diarias.

¿QUÉ BENEFICIOS PRESENTA EL R-ALA?

Uno de los grandes beneficios del R-ALA es que es liposoluble e hidrosoluble, es decir, es capaz de actuar en todo el cuerpo dado que se disuelve tanto en medio acuosos como grasos, por lo que, a diferencia de lo que sucede con otros antioxidantes, este no presenta barreras de obstaculización por el agua o la grasa. No obstante, el R-ALA presenta una larga lista de beneficios como:

  • Potenciador antioxidante y neutralizador de los radicales libres que dañan las células
  • Protege contra el desarrollo de la diabetes
  • Mejora la respuesta a la insulina, por lo que reduce un exceso de glucosa en la sangre
  • Aumenta la capacidad de glucosa de los adipocitos y las células musculares
  • Aumenta el flujo de sangre en las terminaciones nerviosas, así como en el cerebro
  • Optimiza la respuesta inmunológica
  • Mejora la capacidad de eliminar toxinas del hígado
  • Aumenta la síntesis de glutation
  • Mejora los casos de Alzheimer, Parkinson o otras patologías neuronales que se asocian al daño oxidativo.

No obstante, para finalizar, algo muy importante es que un exceso en la ingesta de antioxidante puede ser, del mismo modo, dañino para el organismo. Por ello hay que hacer un uso adecuado y correcto para garantizar que estamos aportando a nuestro cuerpo lo que necesita en todo momento, en las cantidades adecuadas y siempre bajo la pauta de un profesional.