La vigorexia (también conocida como anorexia inversa, dismorfia muscular o complejo de Adonis) es un trastorno mental, menos conocido que la anorexia y la bulimia.

Consiste en que la persona no se ve como realmente es, sino que se ven más pequeños y débiles, se preocupan obsesivamente por su aspecto físico deseando más musculatura, practican ejercicio de forma compulsiva para lograr mayor desarrollo y tienen fobia a mostrar su cuerpo.

Puede que constantemente se observen en los espejos para ver sus progresos, abandonen las relaciones sociales, dediquen excesivo número de horas al gimnasio o que su autoestima se vea afectada.

Si nos encontramos a alguien con estos síntomas, que constantemente se obsesiona con sus imperfecciones y distorsiona la percepción de sí mismo podríamos estar frente a una persona con este trastorno obsesivo compulsivo, no obstante no existe un consenso científico para definir este trastorno ni está incluido en el DSM-IV-TR (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales)

Para el tratamiento de esta patología es fundamental la terapia psicológica, recuperar la autoestima, superar el miedo al fracaso, el apoyo de los seres queridos… además de restablecer un patrón de alimentación saludable donde se consuman todos los alimentos y se regule correctamente la ingesta de hidratos de carbono y proteína.

Se estima que en España la padecen entre 20.000 y 50.000 personas, esta enfermedad más común en hombres jóvenes que en mujeres puede suponer serios problemas, como daño en músculos y articulaciones, depresión, efectos del consumo de esteroides, cambios de humor, problemas cardíacos, infertilidad, etc. o reducción del tamaño de las mamas, aumento del vello facial y pérdida de cabello entre otros, en las mujeres.

Así que, partir de ahora no confundas a esa persona dedicada y entregada a las pesas con aquella que realmente padece un trastorno.