Hoy en día, del mismo modo en que podemos gozar de una gran variedad de alimentos en la cocina, también podemos encontrar toda una gama de aceites muy diferentes entre sí y que tiene distintos tipos de propiedades. Algunos son incluso más beneficiosos que otros, ya que no hay que olvidar que también existen los “aceites malos” de los que te hablaremos a continuación.

Hay diferentes tipos de aceite en función de los ácidos grasos con los que cuentan. En ese sentido, se puede distinguir entre las grasas saturadas y las grasas insaturadas.

  • Grasas saturadas: son aquellas que tienden a ser solidas si se mantienen a temperatura ambiente. Pueden encontrarse en alimentos de origen animal como la mantequilla, la leche o la manteca, pero también en aceites como el aceite de coco o el aceite de palma.
  • Grasas insaturadas: son las que se mantienen líquidas en temperatura ambiente y contribuyen a la regularización de los niveles de colesterol. Dentro de este tipo de grasas se pueden diferenciar las monoinsaturadas muy presenten en el aceite de oliva que ayudan a aumentar los niveles de colesterol HDL (el bueno) y disminuir el colesterol LDL (el malo). Es por ello por lo que son el tipo de grasas más recomendadas para prevenir enfermedades cardíacas y cardiovasculares. Por último, dentro de este grupo también podemos encontrar las grasas poliinsaturadas que se hallan fundamentalmente en aceites vegetales como el de lino, y suelen ser ricas en Omega 3 y Omega 6.

Para conseguir un correcto equilibrio en la dieta, hay que saber en qué porcentajes debemos ingerir las grasas, puesto que todo es bueno en su justa medida. Es por ello por lo que lo más adecuado es que el porcentaje de grasas saturadas no supere el 7 % de lo ingerido durante el día; los ácidos grasos poliinsaturados deberían situarse en torno al 7 – 10 %, mientras que los monoinsaturados son los que más deberíamos consumir; en torno a un 13 – 18 % pues es el tipo de grasas que más beneficia a nuestro organismo.

CARACTERÍSTICAS DE CADA TIPO DE ACEITE:

Los aceites en los que nos vamos a centrar fundamentalmente son los comentados con anterioridad:

  • Aceite de oliva
  • Aceite de coco
  • Aceite de palma
  • Aceite de lino
  • ACEITE DE OLIVA

Este es el aceite por excelencia, el más conocido y sin duda el más utilizado, sobre todo, dentro de la gastronomía española. Es un aceite perteneciente a las grasas monoinsaturadas y se obtiene del fruto del olivo. Dentro del aceite de oliva hay diferentes tipos como el

1. Aceite de oliva virgen extra: recibe este nombre por ser el aceite de mayor calidad, que se obtiene a través de la centrifugación de la pasta resultante del proceso de molido de la aceituna.

2. Aceite de oliva virgen: difiere del aceite de oliva virgen extra en tanto que no tiene el mismo saber ni el mismo color, pero su procedencia sigue siendo la misma y continúa aportando propiedades muy beneficiosas para el organismo.

3. Aceite de oliva: se diferencia de los otros dos porque es un aceite más refinado que no cuenta con la calidad de los anteriores. Los productos refinados no suelen ser los más recomendables, por ello expertos recomiendan hacer un mayor uso del aceite de olvida virgen o virgen extra. No obstante, una de las grandes características del aceite de oliva es que la proporción en el aceite de Oliva Virgen Extra en Ácido Alfa-Linolénico (omega 3) es de entre 1,5% del cómputo total de ácidos grasos.

  • ACEITE DE COCO

El aceite de coco se obtiene de la fruta de la palmera, concretamente de la pulpa del coco. Cuando se pela el fruto, se lava el coco y se extrae todo el aceite concentrado en la pulpa, por lo que su origen es 100 % aceite de coco. Este aceite está compuesto por grasas saturadas y en 100 gramos de aceite de coco podemos encontrar que el 87 % de los ácidos grasos son saturados, el 6 % monoinsaturados y el 1,8 % poliinsaturados. Esto lo convierte en un aceite óptimo para la pastelería, pero también para las dietas de deportistas, ya que es un aceite que pasa directamente a la sangre, por lo que la energía que aporta es mayor. Además, no solo es un aceite idóneo para cocinar y tener una alimentación equilibrada, sino que también tiene grandes propiedades para el cuidado de la piel y del cabello.

  • ACEITE DE PALMA

Este aceite también se considera como el “aceite malo” en tanto que su uso ha sido prohibido y restringido en muchos países debido a que no tiene grandes beneficios para la salud, además de que es muy caro. El aceite de palma se obtiene de la semilla del fruto de la palmera, pasando después por un proceso de refinado para que el color no sea el rojizo propio del fruto. Es un aceite que, pese a estar vetado o prohibido en muchos países, continúa estado presente en gran parte de productos procesados, aunque se recomiendo eliminar por completo el consumo, si no bien reducirlo.

  • ACEITE DE LINO

Por último, el aceite de lino, como su nombre indica, se obtiene de la semilla del lino y es muy rico en ácidos grasos de Omega 3 y Omega 6 muy beneficiosos para el organismo. Para dar más datos, el porcentaje de Ácido Linoléico (Omega 6) en este aceite es de entre el 3,5 y el 14 % del total de los ácidos grasos. No obstante, el ácido oleico del aceite de lino es mucho más elevado que el resto. El aceite de lino tiene propiedades muy beneficiosas para la salud en tanto que disminuye la obstrucción de las arterias y previene enfermedades como la diabetes o el cáncer.

El consumo de aceite es muy beneficioso y no tenemos por qué encasillarnos siempre en el mismo, sino que podemos ir cambiando, siempre y cuando no hagamos usos de aceites nocivos para nuestra salud como el ya mencionado aceite de palma u otros como el aceite de maíz o de colza.