¿Qué ocurre con el deporte en las personas mayores? ¿Sabes cómo hacerlo?

     La esperanza de vida ha aumentado en prácticamente todo el mundo. Cada vez vivimos más, pero ¿en buenas condiciones? De ninguna manera podemos entender envejecimiento como sinónimo de debilidad o enfermedad, depende de cada persona, su genética, estilo de vida, hábitos alimenticios y deportivos.

La actividad física constituye uno de los pilares básicos para conseguir con éxito envejecer saludablemente, si se practica de forma regular, constante y moderada son muchos los beneficios que nos aportará el ejercicio, mejora la capacidad física, mental e intelectual, contribuye a reducir enfermedades, disminuye la probabilidad de caídas y fracturas, mejora la depresión y autoestima, produce una disminución de las cifras de tensión arterial, mejora el sueño y por lo general aumenta el rendimiento en muchas áreas. Para los adultos de estas edades la actividad física cobra un significado diferente, si no sabes cómo hacerlo yo te ofrezco unas pautas que te permitirán comenzar con un cliente, un familiar… pero sería poco profesional no decir que antes de comenzar esa persona debe hacer el chequeo pertinente y tener la confirmación de un médico.

Ten en cuenta que son personas menos activas con las que debes ir aumentando el ritmo y la dificultad progresivamente. Es probable que sufran ciertas enfermedades como artrosis, artritis y/o osteoporosis, por lo que debes saber que las actividades de resistencia y flexibilidad de manera continuada y bajo supervisión no suelen causarles ningún tipo de dolor. Es necesario incluir ejercicios de propiocepción, de equilibrio, de prevención de caídas, de fuerza y aquellos que mejoren la capacidad aeróbica. Recuerda que la pérdida de masa muscular que sufren hace que necesiten mejorar la fuerza, lo recomendado en estos casos es empezar con una resistencia baja que mejorará la capacidad oxidativa de las fibras lentas.

No puedes olvidar el aspecto psicológico, el deporte incrementa la sensación de logro personal, les hace «sentirse más útiles», reduciendo los niveles de ansiedad y depresión, pero puede que no comprendan las explicaciones como una persona más joven, por eso se sienten más a gusto con ejercicios sencillos y naturales.

En cuanto a la frecuencia podríamos tomar como término medio unas 3 sesiones semanales de unos 45 minutos aproximadamente. Presta especial atención a la intensidad, por ejemplo para la mejora de la capacidad aeróbica trabaja aproximadamente al 60% de la frecuencia cardíaca máxima y por último recuerda que la elección de un programa de actividades para una persona de la tercera edad debe realizarse con mucho cuidado, debiendo estar siempre dirigidos por expertos en la materia.

A modo de conclusión, puedo afirmar por experiencia que la actividad física en personas mayores mejora su condición física y psicológica, lo que conlleva una vida más sana, más equilibrada, más alegre, más activa y más dinámica, nunca es tarde para empezar. ¿a qué esperas?