Muchas personas, en su empeño por conseguir adelgazar unos cuantos kilos, a menudo de cara a una fecha o en un tiempo determinados, la mayoría de las veces demasiado corto, hacen una dieta drástica, en la que apenas comen ni beben y no consiguen ver resultados.

Realmente no adelgazan nada, y no entienden la razón, cuando en realidad es muy sencilla.

Nuestro cuerpo tiene lo que se llama «memoria genética», un mecanismo de supervivencia que entra en acción cuando cree que se aproxima una época de hambruna, y se adapta a esta nueva situación llevando a cabo varios cambios en su funcionamiento:

  • El cuerpo desciende su metabolismo, es decir, cada vez va requiriendo menos energía para mantenerse vivo, por lo que cada vez quemamos menos calorías para realizar un mismo trabajo.
  • El cuerpo se hace más eficiente a la hora de conseguir alimentos y reservas de energía. Esto es, que siempre que el cuerpo ingiere comida, aprovecha al máximo todo lo que puede, guardando en forma de depósitos de grasa todo lo que es capaz de acumular para superar esta en realidad falsa época de hambruna.

¿Curioso verdad? Estamos seguros de que muchos de los que alguna vez os habéis planteado no comer para adelgazar de manera rápida ahora os lo pensaréis dos veces antes de volver a intenterlo. Vida sana!