Si estás buscando reducir la grasa del abdomen, te aseguro que existen mejores maneras de hacerlo que únicamente hacer abdominales.

     Investigaciones han demostrado que hacer abdominales no tiene ningún efecto sobre la grasa almacenada, la clave está en la dieta y el tipo de ejercicio que la acompaña. Aproximadamente el 70% de tu capacidad para perder ese exceso de grasa lo determina la alimentación, mientras que el 30% restante se debe al ejercicio. Es decir, si tu dieta se basa en azúcar, alimentos procesados, grasas… tus probabilidades de tener un abdomen plano son prácticamente inexistentes por muchas horas que pases haciendo abdominales. 

     Lamento haceros saber que la grasa no se puede convertir en fibra abdominal, sino que es una reserva de energía del organismo que se elimina mediante ejercicio cardiovascular. Puedes tener una pared abdominal fuerte y tonificada, pero simplemente no la verás si no eliminas la grasa que la cubre. Es cierto que es una zona muy difícil y generalmente los últimos quilos por perder se concentrarán ahí, pero no es imposible.

Una vez que el tema alimentación esté solucionado, añade a tu entrenamiento los ejercicios adecuados, tanto ejercicios convencionales, como ejercicios funcionales, de estabilidad, isométricos… pero no te limites únicamente a eso. Trabajar los abdominales hace que se estabilice la columna vertebral y se reduzca el dolor de espalda, además de conseguir el tan deseado “six pack”, merece la pena.

Si lo has intentado muchas veces y por ti mismo no has sido capaz, es el momento de que te dejes asesorar.