Alguna vez habrás oído a un “entrenador” en el gimnasio decir, sigue así que con las pesas poco a poco esa grasa se irá transformando en músculo”… Yo misma lo he escuchado y me han preguntado por ello. Ojalá pudiera hacer llegar este artículo a toda la humanidad, ojalá se compartiera en todas las redes y webs existentes y llegara hasta la última esquina del gimnasio más escondido. Sabiendo esto mucha gente cambiaría la forma de entender su entrenamiento y por tanto entendería de otra manera como está evolucionando su cuerpo.

Que la grasa se transforma en músculo es otro de los más antiguos y conocidos mitos que rodean el mundo del deporte.

Debemos entender que el tejido muscular y el tejido graso son completamente diferentes y tienen funciones diferentes. Los músculos tienen capacidad para aumentar de tamaño cuando se estimulan con el entrenamiento adecuado, mientras que si dejas de entrenar simplemente vuelven a disminuir.

Diferencias entre tejido muscular y grasa

Tenemos diferentes tejidos musculares, para no extenderme en la redacción únicamente citar el músculo cardiaco que por razones obvias sabemos que es involuntario y el músculo esquelético, es decir, en el que pensáis todos cuando tenéis que citar alguna parte de vuestro cuerpo. Este tipo de fibras son las que podemos controlar conscientemente y son las conocidas como fibras rojas (tipo 1) o blancas (tipo 2). Se compone en su mayoría por proteínas que obtenemos a través de la alimentación y su función principal es sujetar en pie nuestro organismo, dar estabilidad, mantener la postura y permitirnos el movimiento.

En segundo lugar se sitúan las células grasas o tejido adiposo, y entre algunas de sus características podemos citar que son fuente de energía, mantienen la temperatura corporal, nos aíslan del exterior frente a golpes y a través de ellas se metabolizan algunas vitaminas.

¿Por qué “se engorda” al dejar de entrenar?

El principal factor culpable de que personas que tenían bastante masa muscular parezcan blandos o incluso gorditos con el paso del tiempo suele ser que están acostumbrados a ingerir grandes cantidades de alimentos, alimentos que no necesitarían de esa forma al dejar de entrenar, por lo tanto si sumamos que queman menos calorías junto con el exceso de calorías que consumen obtenemos una persona que progresivamente va engordando. No significa que ese músculo se haya transformado en grasa. Simplemente el músculo ha disminuido y la grasa ha aumentado.

¿Qué relación tienen músculo y grasa?

El único factor en común que tienen ambos tipos de células es que las grasas son una importante fuente de energía para el músculo, es decir, gracias a la grasa que se quema tenemos energía para entrenar el músculo.

Conclusión

Decir que el músculo se transforma en grasa es como decir que un plátano es lo mismo que un limón por el hecho de que ambos son frutas. El hecho de que ambas son células nunca hará que sean iguales ni tendrán capacidad de transmutarse. Para concluir me gustaría añadir que la posibilidad de ganar músculo y perder grasa a la vez es inexistente, (salvo determinadas circunstancias con esteroides de por medio) Se puede subir volumen intentando ganar la menor grasa posible, pero es precisamente esa grasa la que nos da energía para crear más músculo.

Así que a partir de ahora deja de matarte a hacer abdominales para “bajar barriga” o glúteo para “endurecer el culo” y entrena también para eliminar la grasa que cubre esas zonas.