La Fibrilación Auricular, (FA), es una afección cardíaca que provoca una frecuencia acelerada e irregular (arritmia), llegando a ser considerablemente superior a 100 latidos por minuto. La FA puede aumentar el riesgo de coágulos sanguíneos, accidentes cardiovasculares, insuficiencia cardíaca u otras complicaciones concernientes al corazón. Es además la arritmia más común en los países occidentales, afectando alrededor de un 2% de la población general (Camm et al., 2013)

Síntomas y causas

Los pacientes de esta afección suelen presentar dificultad para respirar o falta de aire, palpitaciones, debilidad o fatiga para hacer ejercicio, dolor en el pecho, mareos o desmayos, cansancio y confusión. En el transcurso de la fibrilación auricular, el paciente puede experimentar períodos asintomáticos (las palpitaciones pueden desaparecer) y sintomáticos.

Durante la FA existe una alteración del ritmo cardíaco normal; las aurículas del corazón laten de forma caótica y no pueden contraerse o exprimir sangre adecuadamente hacia los ventrículos, resultando en un funcionamiento irregular del corazón.

A pesar de que las causas no son plenamente conocidas, la Fibrilación Auricular suele afectar a las personas mayores, aquellas con enfermedades crónicas como patologías previas relacionadas al corazón. Sin embargo, también puede desencadenarse en individuos con un consumo excesivo de alcohol o fumar, y en algunos casos, incluso en personas sin historial de patologías cardíacas.

 ¿Es grave la Fribilación Auricular?

La enfermedad por sí sola no pone en riesgo la vida del paciente. Sin embargo, al aumentar la posibilidad de desarrollar coágulos sanguíneos en el corazón, estos pueden moverse hasta el cerebro y causar un accidente cardiovascular.

Diagnóstico y tratamiento

La principal prueba para diagnosticar la Fibrilación Auricular es mediante un electrocardiograma. Al analizar las ondas eléctricas del corazón, se determina si éste está latiendo de forma normal, demasiado lento o rápido. El médico también puede solicitar un análisis de sangre para descartar problemas de tiroides o detectar sustancias en la sangre que pueden causar fibrilación auricular. Adicionalmente, los médicos pueden estudiar la historia familiar médica, puesto que podría ser hereditaria.

En algunos casos el médico determina que un individuo tiene fibrilación auricular tras sufrir un ataque cerebral isquémico temporal o permanente, por lo que las manifestaciones clínicas pueden desaparecer en 24 horas, ser permanentes o causar la muerte del paciente.

Por lo general, la fibrilación auricular se trata con medicamentos como, por ejemplo, antiarrítmicos para bloquear los impulsos de producir el ritmo cardíaco irregular. Aunque suelen ser altamente efectivos, pueden ocasionar efectos secundarios que impiden su uso en algunos pacientes. Por su parte, los betabloqueantes son recetados para controlar la frecuencia cardíaca, mientras que los anticoagulantes orales suelen ser  medicados con el fin de prevenir embolias cerebrales.

¿Se puede practicar ejercicio físico con Fibrilación Auricular?

La actividad física es esencial para mantener una vida saludable en general, y especialmente para mejorar los factores de riesgo cardiovascular; pero si el paciente ha sido diagnosticado con Fibrilación Auricular, es usual que se pregunte si puede hacer ejercicio por temor a desencadenar episodios.

Es poco probable que el ejercicio empeore la Fibrilación Auricular de los pacientes. Por el contrario, la actividad física protege a los individuos sobre el desarrollo de la Fibrilación Auricular, mientras que el sedentarismo puede asociarse al aumento de riesgo cardiovascular. Por ejemplo, un estudio realizado en 2020 (Shi et al., 2020) confirmó que la actividad física moderada tiene efectos positivos en la calidad de vida y aptitud cardiopulmonar en los pacientes con fibrilación auricular. En este sentido, entre las personas que padecen fibrilación auricular, los físicamente activos presentan menos episodios de fibrilación auricular en comparación con quienes tienen bajos niveles de actividad física o son inactivos.

En este punto es importante preguntarse, ¿qué tipo de ejercicio puede realizar una persona con Fibrilación Auricular? De acuerdo con la British Heart Foundation (s.f.), los individuos diagnosticados con esta enfermedad deben realizar al menos 150 minutos a la semana de actividad física de intensidad moderada (ritmo cardíaco y respiración más rápidos de lo habitual). Cualquier ejercicio es bueno, pero es recomendable recurrir a un especialista para conocer cuáles actividades son aconsejables, aunque una caminata rápida al aire libre siempre puede ser beneficiosa.

Igualmente, la British Heart Foundation destaca que debido a que los pacientes con fibrilación auricular presentan un pulso irregular, la frecuencia cardíaca no puede medir la intensidad del entrenamiento con exactitud, por lo que es mejor que el individuo analice cómo se siente.

En principio, el paciente puede hacer ejercicio de forma gradual y luego disminuir la intensidad poco a poco, para que su respiración vuelva a la normalidad antes de parar. Por ejemplo, si el paciente se siente con dificultad para respirar o falta de aliento, es preferible que reduzca la intensidad del ejercicio. Al mismo tiempo, una de las condiciones de la fibrilación muscular es la presencia de un ritmo cardíaco irregular (sube y baja más rápido de lo normal), lo que además de falta de aliento puede ocasionar dolor en el pecho o mareos, por lo que es fundamental calentar antes de la actividad física y enfriar una vez culminada.

Por su parte, los betabloqueantes pueden hacer sentir a algunos pacientes menos energéticos, mientras que, en aquellos medicados con anticoagulantes, es altamente recomendable evitar deportes de contacto, debido a que tienen más probabilidades de presentar moratones y sangrar en caso de un accidente.

British Heart Foundation (s.f.). How to exercise when you have atrial fibrillation. Recuperado el 11 de noviembre de 2021 de:

https://www.bhf.org.uk/informationsupport/heart-matters-magazine/activity/exercise-and-atrial-fibrillation

Camm, A. J., Lip, G. Y., De Caterina, R., Savelieva, I., Atar, D., Hohnloser, S. H. & Kirchhof, P. (2013). 2012 focused update of the ESC Guidelines for the management of atrial fibrillation. an update of the 2010 ESC Guidelines for the management of atrial fibrillation–developed with the special contribution of the European Heart Rhythm Association, 14, 1385-1413.

Shi, S., Shi, J., Jia, Q., Shi, S., Yuan, G., & Hu, Y. (2020). Efficacy of Physical Exercise on the Quality of Life, Exercise Ability, and Cardiopulmonary Fitness of Patients With Atrial Fibrillation: A Systematic Review and Meta-Analysis. Frontiers in Physiology, 11, 740.