Hoy en día cada vez son más las personas que se interesan por la actividad física, vemos gente corriendo, en el gimnasio, en bici, nadando… está comprobado que las personas activas tienen mejor calidad de vida, se conservan mejor y con más energía, pero ¿qué pasa con la flexibilidad?

Muchas veces las prisas, el poco tiempo que tenemos para entrenar o que no le damos la importancia que se merece, son culpables de que no estiremos al terminar de hacer ejercicios. Hoy voy a hacer que tras tu próximo entrenamiento te lo pienses dos veces antes de darlo por terminado sin tus ejercicios de flexibilidad.

Estirar cada grupo muscular es tan importante como entrenarlo correctamente. Estirando obtenemos beneficios como:

  • Mejorar el rendimiento deportivo.
  • Mejorar la coordinación consiguiendo un movimiento más fluido.
  • Reducir el dolor muscular, previniendo agujetas y/o lesiones.
  • Reducir la tensión acumulada, tanto a causa del ejercicio como del día a día, trabajo, estrés…
  • Aumentar el rango de movimiento, mejorar la postura, hacer movimientos con amplitud, y mejorar la forma en que nos desplazamos y colocamos.
  • Favorecer la circulación al conseguir cierta vasodilatación y oxigenación del músculo.

El momento más interesante para estirar es al terminar la sesión, cuando los músculos están calientes, es ahí cuando de forma suave, sin superar el umbral del dolor, debes estirar cada músculo durante unos 20-30 segundos como mínimo. Estudios científicos demuestran que es peligroso estirar con el músculo frio ya que hay mayor riesgo de lesión y además se debilita a la hora de enfrentarte al entrenamiento posterior.

Adquirir una mayor flexibilidad es un proceso lento que debes afrontar con paciencia, algo relativamente difícil de conseguir teniendo en cuenta el ritmo de vida que llevamos hoy en día. Todavía es frecuente oír a personas que se consideran deportistas que no tienen tiempo de estirar tras su entrenamiento, lo que nos hace saber que esa gente no tiene ni idea del daño a largo plazo que se están generando. Cuando no prestas atención a los estiramientos:

  • Tus músculos son más propensos a lesionarse.
  • Pierden capacidad de movimiento.
  • Un músculo acortado recupera más lentamente.
  • Un músculo más acortado de lo normal no es capaz de utilizar toda la fuerza que posee.

A partir de ahora no te lo pienses dos veces y dedica un poco de tu tiempo a esta parte final e igual de importante que el resto de entrenamiento.