El comienzo del curso escolar y con ello el fin del verano es el momento ideal para recuperar la normalidad y volver a una alimentación saludable, libre de los excesos del verano. Por desgracia están en peligro de extinción, los veranos en que los niños salían a correr y jugar con un bocadillo de jamón y por el contrario encontramos pequeños jugando a la video-consola y alimentándose de manera muy cuestionable.

Debemos retomar la rutina de manera progresiva, respetando 5 comidas diarias, horarios, descansos… Para ello no olvides las siguientes pautas.

1- Lo primero que debemos hacer es ir eliminando progresivamente esos helados que nos han acompañado a diario, podemos tenerlo en el congelador pero deben pasar a ser un postre esporádico y no un acompañamiento de cada comida.

    2- En verano los refrescos, zumos, cócteles y demás bebidas están a la orden del día, apetecen, refrescan y entran genial, pero ha llegado el momento de que pasen a un segundo plano. Dale al agua la importancia que debe tener y haz que sea el principal líquido de tu dieta.

    3- Por lo general el tiempo comienza a enfriar, aspecto que podemos aprovechar para reducir las salidas de tapeo y vermut con los amigos. Si seguimos reuniéndonos con frecuencia tomaremos bebidas light o cero y tapas ligeras, no todo tipo de comida no todo vale.

    4- Con el calor muchas personas pierden el apetito, así que aprovecha la entrada del otoño para volver a comer 5 veces al día, hazle saber a tu cuerpo que no le va a faltar de nada.

    5- No abuses de la sal, con el frio tendemos a hacer comidas calientes y más elaboradas. No significa que elimines la sal por completo, sino que moderes su consumo ya que en altas cantidades puede aumentar la tensión arterial e incluso interferir el desarrollo de los huesos en los niños.

    6- La deshidratación que provocan las altas temperaturas y los cambios de alimentación en verano pueden producir estreñimiento, para combatirlo debemos volver a tomar suficientes verduras, beber agua y hacer deporte.

    7- Barbacoas, helados y demás excesos veraniegos pueden disparar nuestro colesterol, para recuperar los valores normales sobre todo modera el consumo de hidratos de carbono simples como azúcares y huye de grasas industriales, bollería, comida precocinada, etc.

       Con estos consejos y poniendo un poco de tu parte la «vuelta al cole» será todo un éxito.